En la víspera de Navidad de 2014, un hombre de Manassas se dirigió a la policía para informar que su esposa lo golpeó en la cara varias veces. Cuando llegó la policía, su esposa e hija encubrieron el asalto, diciendo que nunca lo habían golpeado. La policía se puso del lado de la esposa y la hija, arrestando al cliente de Oates y acusándolo de un informe policial falso. Un informe policial falso con un cargo criminal conlleva un potencial de 12 meses de cárcel.
En el juicio en el Tribunal de Distrito General del Condado de Prince William, el fiscal insistió en seguir adelante con el cargo. Oates no se echaría atrás por su inocente cliente.
Una vez que comenzó el juicio, quedó claro que el cliente de Oates fue acusado falsamente. En el contrainterrogatorio, la hija admitió que estaba en una habitación diferente cuando ocurrió el presunto incidente. Oates también señaló el claro sesgo de la hija contra su padre.
Al final, el juez vio a través de su historia y encontró al cliente de Oates no culpable del cargo. El cliente de Oates sigue disfrutando de antecedentes penales limpios.