Abogados de defensa criminal Andrés Jezic y Jamie Alvarado-Taylor lograron un tipo poco común de reivindicación para su cliente que fue acusado de apuñalar a un hombre en el pecho: el fiscal desestimó todo el caso en el tercer día del juicio con jurado.
El contrainterrogatorio de Jezic de los numerosos testigos presenciales del Estado sobre el apuñalamiento creó una duda tan tremenda en cuanto a la identidad del verdadero apuñalador, que el Estado finalmente cedió, incluso cuando el acusado no había terminado de presentar a todos sus testigos.
El cliente, que habría sido enviado a prisión durante años y deportado, de ser declarado culpable, estaba extasiado. Estaba totalmente preparado para testificar el tercer día frente al jurado, pero nunca tuvo que subir al estrado porque el Fiscal Auxiliar del Estado decidió abandonar la acusación en mitad del juicio.